Déjate de Verdad

“Solo quiero que te dejes querer. Estoy harto de quererte si tú no te vas a dejar. Así que te voy a besar, si no lo hago gritaré. Y no pienso gritar.”

Vez de Verdad

Aprecia lo que te da la vida…

Porque no te lo dará dos veces.

Hombre de Verdad

Y sin acompañantes, visitantes ni público, ella misma se arrancó sus ojos y me cedió sus recuerdos, con doblaje incluido.

“Aquella noche de 2005 sabía que volvería a verle pero por primera vez. Tonta de mí, me latía el corazón cuando nunca lo había hecho. Estaba con mis amigas sentadas en una terraza y yo de espaldas a la puerta. El tiempo se me hizo eterno y cuando le oí llegar me pareció muy repentino, no estaba preparada. Y me di la vuelta.

Y sus ojos brillaban.

Con ese brillo irisado, mágico, magnético y cristalino que tiene una persona cuando es natural y viene a alegrarte la vida. Ese brillo sólo lo he visto en él. Aunque igual eran los míos reflejados en los suyos. Me miraba, y me imponía con su calma. Dio toda la vuelta a la mesa para saludar a todos y se sentó a mi lado. De repente él era casa y había sido sólo cinco minutos en mi vida. Tardó poco en reírse de mí, en hacerme pensar, en negarme un sí y en volver a hacerme reír, sonreír y sentir. Mis sentimientos gritaban, mi corazón se hinchaba y mi cabeza no sabía dónde estaba. Enseguida fui suya, y ni por asomo lo sospechaba.

De hablar con él, su timbre, su tono y su acento, sus palabras, incluso sus silencios eran algo que nunca había escuchado.

Eran sus gestos, su forma, su estilo, su educación, su naturalidad y su naturaleza.

Era diferente, no agradaba, era ácido, terco, extremista, orgulloso y soberbio. Como si supiera que en todo eso yo también tuviera experiencia.

Era su presencia y ausencia lo que me hacía pensar en él. Sus monólogos y sus silencios lo que me hacían callar. Sus besos, sus caricias y su seguridad lo que me hacía temblar.

Su exótica y compleja belleza. Su cuerpo, su piel, su pelo, su espalda y sus ojos. Todo tan bien y todo tan fácil, aunque él siempre dijo que era por mí.

Y no me dio mucha salida, al conocerme me dijo -¿Sabes? Yo siempre busco lo mejor, es obvio por qué he venido hasta aquí y no me pienso ir.

Llevaba tiempo buscándote y gracias a ti, me encontré. Y así fue como siempre quise ser.”

Entrada anterior a esta historia: Cruce de Verdad

¿Amor de Verdad?

-Debería escribiros algo bonito, pero la vida no me alcanza a eso cuando me enamoro.

-Qué bello.

-Qué triste.

-Qué vida.

-El amor.

Camino de Verdad

Preguntas sin Verdad

Tengo millones de preguntas que me atrevería a hacerte.
Qué exagerada.
Vale, miles.
Dispara.
Pero no me atrevería a saber la verdad.
¿Por? Igual es una respuesta inesperadamente buena.
Hay veces que cualquier respuesta es mala.
No tiene por qué.
Sí. Por varios motivos; por qué se hizo la pregunta tarde, por qué no se sepa responder o porque me digas que sí y eso nos acarree un futuro aún peor.
Entonces sólo tienes una.
Es cierto.
Dispara.
¿Nesquick o Cola Cao?
Nesquick, se disuelve en frío.

Capitales de Verdad

Orgullo, osadía e ignorancia. Son 7 y tú has sido capaz de volver a sacar el 10. 

Miedo de Verdad

Solo digo lo que eras, no lo que eres, para saberlo tendría que verlo y no te veo. Te desconoces poco pero te temes, actúas por experiencia y no por curiosidad. Prefieres resultados previsibles que extraordinarios. Pero cuando te has atrevido a lo desconocido son los demás los que te han temido.

A riesgo de Verdad

Aunque reír es arriesgarse a parecer tonto. Aunque llorar es arriesgarse a parecer sentimental. Aunque acercarse a alguien es arriesgarse a involucrarse. Aunque mostrar tus sentimientos es arriesgar tu yo interior. Aunque exponer tus ideas o tus sueños a una multitud es arriesgarse a perderlos. Aunque amar es arriesgarse a no ser amado de la misma manera. Aunque vivir es arriesgarse a morir. Aunque desear es arriesgarse a ser defraudado. Aunque intentar es arriesgarse a fallar. A pesar de todo, debes arriesgarte. Debes correr los riesgos simplemente porque el más grande de los peligros de la vida es no arriesgarse. Las personas que no arriesgan nada o nunca tienen nada, no hacen nada. Tal vez podrán evitar el sufrimiento y la tristeza, pero no logran aprender, sentir, cambiar, crecer o vivir. Prisioneros de sus temores, son esclavos que han renunciado a su libertad, pues sólo cuando una persona se arriesga, es libre. Los pesimistas se quejan del viento; los optimistas esperan confiadamente que los vientos cambien de dirección y los realistas, ajustan sus velas en la dirección correcta. Arriésgate. Es cierto, que puedes perder. Pero, ¿has pensado en lo que puedes ganar?

Finde Verdad

“Solo quiero verte los fines de semana, pedirnos una pizza y quejarnos del mundo. No es mucho lo que pido, mi felicidad es fácil de llevar y si te lo pasas bien hasta nos podríamos enamorar.”

Te miraba de Verdad

Yo vi cómo te miraba.

¿Cómo me miraba?

Como si fueras la persona que dibuja sus sueños.

¿Y hablaba de mí?

Siempre.

¿Y cómo lo hacía?

Como si tú fueras quien pusiera las estrellas en el cielo. Se le iba la mente, los ojos y la boca, y al rato se daba cuenta de que estaba en público.

Sorpresa de Verdad

Y que una mujer, contra todo pronóstico, te sonría.

Mala gente de Verdad

Cuanto menos sepa la gente de ti, mejor.

Espera de Verdad

Voy a coger mi mejor francotirador, ese que se tiene en una vitrina, acolchado, impoluto, capaz de la bala de acero pulido más certera. Cogeré la mirilla más precisa, kilométrica, milimétricamente atómica, me voy a tumbar y colocaré mi arma y mi alma para relajarme. 

Voy a respirar hondo durante un tiempo muy largo, que cuando llegue se habrá pasado volando.

Te veré, estaré tranquilo, ansioso, nervioso, frío, de acero, estarás ahí delante, expectante, impactante y pacientemente agitado. Y te pondrás en el punto de mira, en el punto de la cruz, no voy a temblar, no voy a temblar y voy a disparar.

Un disparo. Limpio.

¿Te apuntas?

Yo disparo.

Recuerdo de Verdad

¿Con qué imagen te quedaste de mí?

¿Con qué imagen?

Sí. Con que cara me has recordado últimamente o con cual te gusta recordarme.

Cuando duermes.

¿Cuándo duermo? ¿Con lo bonitos que son mis ojos?

Sí. A pesar de tus ojos y tu sonrisa, cierto. Porque el primer día que te conocí, te besé y me tuve que ir. Pero la primera vez que dormí a tu lado me pasó algo muy curioso.

¿Qué?

Me desperté a mitad de la noche, me vi extraño en una cama que no era la mía. Pero tú estabas a mi lado. Te vi la cara, suave, calmada, tranquila. Cuando ni tú ni yo nos callamos debajo del agua, cuando eres puro nervio, esa chica tan inquieta y ambiciosa, de repente te vi relajada. Podía ver por tu placidez que estabas soñando siendo una niña. Te vi segura, te admiré, y sin decirte nada me enamoré de ti.

Vaya, no esperaba algo así.

Pues sí, lo hice mientras dormías. Y yo quería contártelo pero no te iba a despertar y me dije, guárdate este momento para ti. Y por eso cada noche que me despertaba a media noche me enamoraba un poco más de ti.

Por eso una de las primeras noches me dijiste que tenías miedo.

Por eso tenía miedo. Porque sin que tú hicieras nada, así me hacías sentir.

Dolor de Verdad

-Y eso, ¿Cómo se supera?

-No se supera.

-¿Entonces?

-Hay que cosas que no se superan, se aprende a vivir con ellas.

-¿Y qué haces para que no duela?

-Acabas olvidando acordarte de ello. Es un moratón en el alma, que nunca sanará, pero tienes que saber dónde está para no tocarlo. Y recordar no recordarlo. Porque duele. Pase el tiempo que pase.

Deseo de Verdad

“Se me acercó a los ojos, me miró muy callado y me rodeo con su brazo por el hombro, con la mano en el cuello hasta notar sus dedos rozándome la nuca. Suspiró y me dijo:

-         Lo siento pero no te puedo besar.

Y yo no pude desearle más.

Noches y noches de Verdad

Y me quedé sonriendo, extasiado, triste y melancólico pensando en aquella noche que inventaste.

Entonces miré el reloj y vi que ya era hora de dormir, eran las 3 y 7 años después.

Momentos de Verdad

-Irradiabas esa magia que nadie me daba.

-Pues no lo sé. Yo sólo recuerdo que te miraba mucho a los ojos.

-Y yo que te sonreía mucho.

-Pues ahí tienes la magia.

Mujeres de Verdad

A día de hoy la mujer no vive con el hombre, el hombre somete y la mujer sobrevive. Será temor, complejo de inferioridad o mala costumbre, pero el hombre no está por la labor de que esto cambie. 

Por lo que hacen, lo que se ve y lo que nos venden.

Pero sabéis sobrevivir, los hombres ya se hubieran extinguido.

Sufrimiento de Verdad

Amor certero de Verdad

¿Te apuntas? 

Yo disparo.

Humana de Verdad

Tú de Verdad

Si tú no trabajas por tus sueños, alguien te contratará para que trabajes por los suyos.

Hipócritas de Verdad

¿Os va mal con vuestras parejas?

 ¿Habéis pensado en tener sólo una?

Cruce de Verdad

-Siento que nos crucemos en estas circunstancias, ya que se deduce que ninguno de los dos ha sido capaz de dar un paso hacia delante desde 2005.

-Yo fui la última en darlo.

-Puede ser. ¿Verdad o acción?

-¿Perdón?¿Ein? Emm…verdad.

-Cómo no. ¿Has pensado en mí?

-Sí, claro. ¿Verdad o acción?

-Verdad.

-Cómo no. ¿Y tú?

-También. Las mismas noches que tú.

-¿Y por qué no me volviste a hablar?

-Eso son 2 preguntas. Por miedo a volver a recibir un no.  ¿Y tú a mí?

-Porque te vi con novia, y después te volví a ver con novia. Y desistí.

-Tú también has tenido acompañantes sentimentales. Y de hecho, tienes.

-Cierto.

-Entonces, ya está. No deberíamos hablar de este tema ni de esta forma. Por respeto.

-¿Y ya está? ¿Verdad o acción?

-Verdad.

-¿Qué harías si no hubiera venido acompañada?

-Tocar otros temas y de otra forma. ¿Y si yo traigo acompañante?

-No hubiéramos hablado.

-Entonces en dar el último paso hacia delante me lo otorgas a mí.

-Puede ser.

-Verdad

-Sí.

-Una última verdad.

-Dime.

-Y sí fuéramos libres ambos, sin acompañantes ni ataduras de ningún tipo. ¿Qué harías conmigo?

-Te arrancaría los ojos…

-Qué bello…

-Te arrancaría los ojos y vería tu mundo cómo lo viste en el 2005 cuando te diste la vuelta y me viste por primera vez y ver cómo era, para saber si tú viste lo que vi yo cuando te vi, para saber cómo te enamoraste de mí y para ver tu mundo hasta ahora porque hace años que no estoy a tu lado  y no sé lo que has visto ni lo que ves.

-Qué bello y qué triste.

-No hablemos más. Disfrutemos de este cruce como 2 amigos. 

Dejémoslo estar.

-¿Y ya está? No nos volveremos a cruzar.

-Yo podría dar miles de pasos hacia delante y daría igual, porque tú antes de todo tendrías que dar uno hacia atrás. Y ya está. Así que por esta vida y entre tú y yo hagamos voto de silencio.

-Es mi culpa. Hace tiempo que, para no sufrir, hice voto de sentimientos.

-Tranquila. Ha pasado tiempo. Disfrutemos. Un placer haberte dolido.

-El daño es mío.

Continuación de esta entrada: Hombre de Verdad

San tú y yo de Verdad

Nara: Nar, mañana es San Valentín.

Nar: Sí, lo sé.

Nara: Me encanta celebrar esas tonterías.

Nar: Sí, lo sé.

Nara: ¿Y haremos algo especial?

Nar: Mañana sábado, me despertaré a tu lado como cualquier otro día y por la noche veremos una peli cualquiera en pijama, como cualquier otra noche. Para mí eso es San Valentín, estar contigo haciendo cualquier cosa, tan normal, pero contigo. ¿Qué más puedo pedir? Estar contigo lo celebro todos los días, incluso los días que te grito, cuando hago las cosas mal, cuando tú llegas tarde, cuando no hay quien te soporte, ahí celebro estar contigo.

Nara: ¿Entonces no hacemos nada?

Nar: ¿Por San Valentín? No.

Nara: Bueno, es cierto, llevas razón, muchos días al final son mucho más especiales que San Valentín. Es como actuar por costumbre, tradición o compromiso.

Nar: Exacto, No celebraremos San Valentín, Nara. Celebraremos San tú y yo. Así que ve pensando con qué vestido te va a mirar mañana todo el mundo.

Nara: Eres el mejor, ¿lo sabes?

Nar: Mejor, somos lo mejor. Te quiero. Feliz San Tú.