Pues no sé qué quieres que te diga pero esa relación me encerraba, me atrapaba, sacaba cero de mí, dejé de salir, de relacionarme con la gente, con el mundo.
Y ahora me ves y no puedes saber lo que he cambiado aunque en realidad solo me veas con el pelo más corto y el bigote mal afeitado.
No sé qué he cambiado, sólo sé que lo noto.