Fijaos bien, y veréis que nunca es lo que veis. Por desgracia y para mal, la mayoría de las veces nunca es lo que veis.
El tiempo no cambia a las personas, son las personas que con el tiempo se muestran cómo son realmente.
Y nosotros seguimos distorsionando la vista el tiempo y la forma cuando, en realidad, nunca hemos podido.