Creo que os debo desde hace tiempo a la Chica de Verdad.
Le
gusta la lavanda, los extremos y la elegancia. Olor a impoluto, limpio e
incienso.
Rasgos
atípicos en un mundo que no la merece.
Tan
cuidadosa que su castaño hace juego con el rubio que tenía antes. Y sus ojos,
como la lluvia en el mar, ni grises, ni verdes, ni azules, siempre con granos
de arena. Rasgados de calma, de inocencia y exigencia.
Acento
sólo cuando se enfada y voz con forma de niña y fondo de mujer.
Vergonzosa,
tonta, loca, madura, niña, cuidadosa, sensible, enamorada, afilada, cabezona,
cabezona y orgullosa, correcta, fuego, curvada, turquesa, detallista,
sonrisueña, ambiciosa, plateada, soleada, melódica, tragicómica, orgullosa,
compleja, vidriosa, dura, blanda, translúcida, pequeña, bailona, exótica, atenta, castorcilla y suave.
Chispas
vestidas de calma y simpatía encharcada en carácter.
Es decir, una
mujer sencilla, guapa y natural.