Rabia racionalizada, sentimientos a flor de piel, sueños sinceros, realidades distorsionadas…
“Éste invierno no nos ha nevado, no. Pero tú me has nevado por dentro. Me has dejado el corazón helado y quebradizo.
Me has dejado escarcha en el alma. Temerosa ahora por que el sol haga que arda.”