Una por miedo a resultar
ser una molestia no le habla, la otra por orgullo tampoco. Las 2 quieren
hablarse. Pero no se hablan. Las 2 quieren saber la una y de la otra, pero no
se hablan, se pierden y muy poco a poco, se dejan de pensar, de extrañar y de
sentir. Y una relación que podría acabar bien, no acaba, se pierde.
Y así, ahora y en muchas
partes del mundo.
Y a otra cosa, mariposa.