Te delataban tus palabras de agradecimiento en exceso, tu alegría atropellada y sin motivos.
Te delataban y te condenan, a que sufres lo que no mereces, a que quieres sufrir lo indebido.
Cuando dejes de condenarte, te querrás. Palabra.
P.D.: Discúlpame por el atrevimiento.
Cuando dejes de condenarte, te querrás. Palabra.
P.D.: Discúlpame por el atrevimiento.