Hoy, observando a la gente de las calles, del metro, del autobús, de lugares abiertos y cerrados he podido deducir algo que tienen en común todas ellas. Cada uno de nosotros tiene una media de 100 sonrisas diferentes. Unas que ponemos premeditadamente, otras de forma insconsciente, sonrisas confusas, sonrisas de angustia, sonrisas de agrado, sonrisas por obligación, sonrisas transparentes, sonrisas escondidas en otro gesto, sonrisas por educación, por inercia, sonrisas porque sí.
Haced la prueba. No os llevará más de 7 minutos, lo prometo. Si no, siempre podéis presentar vuestras quejas (o sonrisas) gustosamente en esta habitación.
Esa es una sonrisa de verdad.
Esa es una sonrisa de verdad.
Si a esa persona le sacáis 100 sonrisas diferentes haced algo, no la perdáis nunca.
Sonríe. Al fin y al cabo son risas.
