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19 de mayo de 2016
18 de mayo de 2016
Personas de Verdad IV
No eres el ombligo del mundo ni sus pechos. Luego tranquilicémonos que la gente no te mira tanto ni te presta tanta atención. No nos volvamos locos que las personas se callan por educación y por tu bien. No hagas de cualquier gilipollez una historia con miles de aventuras trepidantes para querer ser la envidia y caer aún peor. No tengas siete caras. Y si las tienes cámbiate la que tienes puesta porque tampoco es la más agraciada de todas ellas. No digas de tus aventuras, fantasías sexuales. No decores verdades hasta ser mentiras. No sonrías si tienes mala sangre. No hagas favores si te da placer el rencor. No digas si no tienes. No pienses lo que no sabes. No creas que sabes dar consejos, porque quien no sabe no puede, luego no debe. Tu novio no es lo mejor del mundo. Es lo más necio y lo más valiente por estar contigo. Créeme. Chssst. Estate callada. Es de mala educación cortar a la gente. No grites. No dramatices. Ten vergüenza ajena. Aunque sea por los demás, egocéntrica, ególatra, egoísta. Aprende a estar. No eres ni inaguantable.
Así que de momento, sal de aquí, que ni has llamado a la puerta ni te han invitado.
16 de mayo de 2016
Capullos de Verdad
Eres un hijo de
puta. Y lo sabes. Y aunque piensas que eres un buen tío y muy amiguete de tus
amigos con ella no dejas de ser un cabrón. Entras en su mundo, se lo descolocas
todo y te vas, sin decir adiós, ni dar las gracias, ni pedir perdón. Sabes que
la tienes, ella por ti sigue perdiéndose y lo mal disimula. Y coges montas ese
decorado para ilusionarla pero es de quita y pon, y al final ella se queda con
una escena de mentira, sin nadie y sin motivos para levantar el vuelo. Como la
relación de una niña de sonrisa preciosa que ya nunca tiene y un padre
maltratador cada vez más violento. Te necesitó a su lado y la desechaste. La
utilizas y la matas, matas su ilusión, su vida, la vuelves frágil y fría. Y aún
a día de hoy acabas pidiéndola una caricia más. Y, tonta de ella, te la dará.
Conoces sus puntos débiles, donde dar para enamorarla, para desnudarla, pero
solo haces lo de siempre, aprovecharte. Y lo volverás a hacer, y ella dirá “no,
si ya sólo somos muy amigos, ya terminó todo eso, hablamos de todo como si nada.”
No, tú la atas a la idea de que cambiarás por ella, te idealiza, la obsesionas
y sólo le queda la idea de pensar que te verá otra vez porque sois amigos, pero
tú eso lo sabes, sabes que se volverá a quitar la ropa por ti, y que en
realidad no es más que una más, aunque ella con la luz apagada y abrazándote
con más fuerza de lo habitual pensará, “esta vez sí.” Escúchame pequeña, te matará.
Y tú tienes lo que
quieres.
Ella que siempre
pierde.
Y yo que dará igual
lo que escriba.
“Ella tiene el dolor metido
muy dentro, y cuando el dolor está tan dentro es devastador.”
10 de mayo de 2016
4 de marzo de 2016
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