4 de enero de 2015

Ella de Verdad

Una mujer te tiene que dar el placer de echarla de menos, de necesitarla, de hacerte dudar, solo así es cuando vuelves a recordar lo bella que era por primera vez y lo tonto que estabas cuando te dijo que esa primera sonrisa fue por ti.

No nos podemos acostumbrar a la belleza de una mujer por el hecho de vivir con ella, deberíamos aprender a apreciarla mejor y con más detalles que muchos pasarían por alto. Pero somos hombres y necesitamos alejarnos para volver a ver lo que siempre hemos tenido delante.

Tomen nota; la mujer siempre es bella, si es escasa en tu vida, doblemente bella y si abunda, infinitamente bella. 


Cuídala, porque está ahí por ti.
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