27 de enero de 2011

Viajes de Verdad

No hay instantes vacíos. Constante aprendizaje. Sin desfallecer.

Si no se consigue lo que se quiere, se sufre. Y hasta cuando lo consigues se sigue sufriendo. Porque no lo puedes conservar para siempre. No hay nada que perdure. El viaje es quien aporta la felicidad, no el destino. El viaje, se desconoce ergo se improvisa, el destino se espera y se intuye, luego no sorprende aunque alegre. Así que quedaros con eso, con el destino gracias al viaje, y con el viaje gracias al destino.
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