12 de julio de 2016

11 de julio de 2016

10 de julio de 2016

1 de julio de 2016

30 de junio de 2016

29 de junio de 2016

28 de junio de 2016

27 de junio de 2016

26 de junio de 2016

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24 de junio de 2016

22 de junio de 2016

21 de junio de 2016

18 de junio de 2016

17 de junio de 2016

16 de junio de 2016

15 de junio de 2016

12 de junio de 2016

1 de junio de 2016

¡Ay! de Verdad










Nar: "Las que confundís “hay”, “ay” y “ahí” no sé cómo gemiréis, la verdad…"













28 de mayo de 2016

19 de mayo de 2016

18 de mayo de 2016

Personas de Verdad IV

No eres el ombligo del mundo ni sus pechos. Luego tranquilicémonos que la gente no te mira tanto ni te presta tanta atención. No nos volvamos locos que las personas se callan por educación y por tu bien. No hagas de cualquier gilipollez una historia con miles de aventuras trepidantes para querer ser la envidia y caer aún peor. No tengas siete caras. Y si las tienes cámbiate la que tienes puesta porque tampoco es la más agraciada de todas ellas. No digas de tus aventuras, fantasías sexuales. No decores verdades hasta ser mentiras. No sonrías si tienes mala sangre. No hagas favores si te da placer el rencor. No digas si no tienes. No pienses lo que no sabes. No creas que sabes dar consejos, porque quien no sabe no puede, luego no debe. Tu novio no es lo mejor del mundo. Es lo más necio y lo más valiente por estar contigo. Créeme. Chssst. Estate callada. Es de mala educación cortar a la gente. No grites. No dramatices. Ten vergüenza ajena. Aunque sea por los demás, egocéntrica, ególatra, egoísta. Aprende a estar. No eres ni inaguantable.


Así que de momento, sal de aquí, que ni has llamado a la puerta ni te han invitado.

16 de mayo de 2016

Capullos de Verdad


Eres un hijo de puta. Y lo sabes. Y aunque piensas que eres un buen tío y muy amiguete de tus amigos con ella no dejas de ser un cabrón. Entras en su mundo, se lo descolocas todo y te vas, sin decir adiós, ni dar las gracias, ni pedir perdón. Sabes que la tienes, ella por ti sigue perdiéndose y lo mal disimula. Y coges montas ese decorado para ilusionarla pero es de quita y pon, y al final ella se queda con una escena de mentira, sin nadie y sin motivos para levantar el vuelo. Como la relación de una niña de sonrisa preciosa que ya nunca tiene y un padre maltratador cada vez más violento. Te necesitó a su lado y la desechaste. La utilizas y la matas, matas su ilusión, su vida, la vuelves frágil y fría. Y aún a día de hoy acabas pidiéndola una caricia más. Y, tonta de ella, te la dará. Conoces sus puntos débiles, donde dar para enamorarla, para desnudarla, pero solo haces lo de siempre, aprovecharte. Y lo volverás a hacer, y ella dirá “no, si ya sólo somos muy amigos, ya terminó todo eso, hablamos de todo como si nada.” No, tú la atas a la idea de que cambiarás por ella, te idealiza, la obsesionas y sólo le queda la idea de pensar que te verá otra vez porque sois amigos, pero tú eso lo sabes, sabes que se volverá a quitar la ropa por ti, y que en realidad no es más que una más, aunque ella con la luz apagada y abrazándote con más fuerza de lo habitual pensará, “esta vez sí.”  Escúchame pequeña, te matará.







Y tú tienes lo que quieres.

Ella que siempre pierde.

Y yo que dará igual lo que escriba.




“Ella tiene el dolor metido muy dentro, y cuando el dolor está tan dentro es devastador.”

10 de mayo de 2016

4 de marzo de 2016

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